El ser humano siempre se ha preocupado por captar y representar el movimiento. Durante siglos, civilizaciones y personas han buscado procedimientos para reproducir la realidad. Es el caso de las representaciones con, los primeros espectáculos en público con proyección de imágenes animadas.
Utilizada ya en el siglo XVI, la "cambra oscura" permitía la proyección de imágenes externas dentro de una cámara oscura. La precursora de la fotografía.
De la misma manera que, un siglo después, la linterna mágica sería la precursora de las sesiones de cine, en proyectar imágenes sobre una superficie plana. Con el fin de hacerlas llegar a todos los lugares.
A largo del siglo, toda una serie de inventores construyen aparatos que buscan producir la ilusión del movimiento. Se trata del Taumatropo, el Fenaquistoscopio, el Zootropo y el Praxinoscopio. Una variante de este último, el Teatro óptico, construido por Emile Revnaud es lo que más se acerca a lo que será el cine. Con el fin de producir una acción continua, se proyectaban largas bandas de más de 500 transparencias de dibujos a partir de un aparato cilíndrico que, juntamente con la proyección de una imagen de fondo desde una linterna, proporcionaba la proyección de los primeros dibujos animados.